lunes, 14 de julio de 2014

LOS 5 DEMONIOS A LOS QUE SE ENFRENTA UN EMPRENDEDOR

Edición: Patricia Mérida.  
   

No solamente el miedo y el fracaso son los que encaran los emprendedores actuales, existen otras barreras, tanto internas como externas. Poner en marcha un negocio implica disipar la imagen de novato y vencer la desconfianza y la incredulidad de los propios socios.

Para las personas que quieren echar a andar un negocio por primera vez, podría parecer un temible reto, y no es para menos, ya que durante el proceso, estas personas se topan con una serie de “demonios” internos y externos, que amenazan con entorpecer los planes de creación y consolidación de su sueño, su empresa.

Algunos de los “demonios” externos a los que se refiere este artículo, que dilatan y obstaculizan  el desarrollo y actividad emprendedora en nuestro país, México, se mencionan: la no tan pronunciada claridad en las políticas de apoyo por parte del gobierno, el acceso al financiamiento, así como los requisitos para hacer el trámite del establecimiento de la empresa.

Según datos obtenidos a través del reporte Doing Bussines en México 2014, iniciar una empresa en el país, en promedio se requieren de 7 tramites, 12 días y un desembolso equivalente al 11.5% del ingreso per cápita. Mientras que en otros países, como Nueva Zelanda por ejemplo, se puede abrir una empresa en tan solo un día y pagando 0.3%.  

Por otro lado, algunos factores internos intervienen en los mexicanos a la hora de emprender.

Según Global Entrepreneurship Monitor (GEM 2012) 45% de la población mexicana cree  que existen buenas oportunidades para emprender en el país y 62% de la población argumenta que tiene las capacidades y habilidades necesarias para hacerlo.

Sin embargo, el reporte indica también que una tercera parte de la población adulta mexicana afirma que el miedo a fracasar frena sus deseos y los detienen para iniciar un negocio propio.

Algunas personas finalistas del programa Emprendedores 2014  de Expansión y CNNExpansión cuentan con que barreras han tenido que luchar para asentar y desarrollar su negocio.

1. Ser novato
La idea de enfrentarse a un mercado que no está familiarizado con el producto o servicio que una empresa ofrece puede parecer una barrera difícil de romper.

Así lo considera la directora administrativa de Inventive Power, Nydia Godoy, cuyo negocio ofrece tecnología de concentración solar que ayuda a que las industrias ahorren 80% de combustible de calderas.

“Fue difícil llegar con un cliente y decirle ‘estamos haciendo esto, es nuevo, te va a ayudar a ahorrar en tu empresa, créenos’. Los primeros clientes son con los que experimentas”, cuenta Godoy.

2. No entender al cliente
No escuchar lo que el mercado quiere ni adaptarse a las necesidades de los consumidores puede ser un error fatídico para las ventas de la empresa.

“En los primeros meses nosotros insistíamos en hacer algo que el mercado no quería. Cuando nos detuvimos a reflexionar y vimos qué era lo que nos estaban pidiendo y lo dimos, en ese momento empezamos a crecer”, recuerda el fundador de Sferea, Alejandro Hernández.

En un principio, la tecnológica nació para crear videojuegos como un medio de publicidad, a la par fue incursionando en el tema móvil. Sin embargo, el mercado no estaba interesado en lo que ofrecían. Hoy desarrolla aplicaciones para smartphones, tablets y smart TV.

3. La incredulidad del socio
Una empresa sin un equipo sólido, comprometido, que crea firmemente en los valores y beneficios que traerá el negocio para todas las partes involucradas, difícilmente podrá lograr sus objetivos.

Para el fundador y director de Campo Vivo, Mateo Dornier, la parte más difícil al crear su compañía de productos orgánicos fue convencer a los productores del campo mexicano que su participación en el proyecto les traería beneficios económicos.

“La labor que hicimos fue convencer a la gente a través de una propuesta de valor, es decir, ‘te vamos a ayudar a salir al mercado, por lo que tu trabajo valdrá más y vivirás mejor de él’”, cuenta Dornier, quien actualmente vende alrededor de 120 productos orgánicos certificados en 450 puntos de venta en México.

4. No saber cómo crecer
Tener el mercado objetivo bien definido, los canales por los cuales se pretende llegar a éste y las estrategias y procesos para generar ventas son elementos que si no están claros desde el principio bloquearán el despegue de la empresa.

En esto coinciden dos de los fundadores de Sellpad, Diego Romero y Alfonso Cabrera. Su negocio ofrece un punto inalámbrico de venta a pequeños restauranteros. Su objetivo es evitar pérdidas y aumentar la competitividad.

“Saber cómo crecer el negocio y saber qué métricas medir para seguir con el crecimiento. Ésa es la parte más complicada que hemos tenido hasta ahora”, comenta Diego Romero.

5. Perder la originalidad
Una de las principales características de un nuevo negocio es aportar un valor agregado, o bien, ser totalmente diferentes a lo que la competencia puede ofrecerle al mercado.

El fundador de la agencia publicitaria COLOüRS, Cory Crespo, asegura mantenerse en una lucha constante por ser el negocio “disruptivo” de su mercado y ofrecer servicios que otras empresas no contemplan.


“Yo creo que la principal dificultad que hemos tenido es ir siempre por el lado opuesto a donde los demás se dirigen”, dice Crespo.

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