Edición: Patricia Mérida.
No solamente el miedo y el fracaso son los
que encaran los emprendedores actuales, existen otras barreras, tanto internas
como externas. Poner en marcha un negocio implica disipar la imagen de novato y
vencer la desconfianza y la incredulidad de los propios socios.
Para las personas que quieren echar a andar
un negocio por primera vez, podría parecer un temible reto, y no es para menos,
ya que durante el proceso, estas personas se topan con una serie de “demonios”
internos y externos, que amenazan con entorpecer los planes de creación y
consolidación de su sueño, su empresa.
Algunos de los “demonios” externos a los
que se refiere este artículo, que dilatan y obstaculizan el desarrollo y actividad emprendedora en
nuestro país, México, se mencionan: la no tan pronunciada claridad en las
políticas de apoyo por parte del gobierno, el acceso al financiamiento, así
como los requisitos para hacer el trámite del establecimiento de la empresa.
Según datos obtenidos a través del reporte
Doing Bussines en México 2014, iniciar una empresa en el país, en promedio se
requieren de 7 tramites, 12 días y un desembolso equivalente al 11.5% del
ingreso per cápita. Mientras que en otros países, como Nueva Zelanda por
ejemplo, se puede abrir una empresa en tan solo un día y pagando 0.3%.
Por otro lado, algunos factores internos
intervienen en los mexicanos a la hora de emprender.
Según Global Entrepreneurship Monitor (GEM
2012) 45% de la población mexicana cree
que existen buenas oportunidades para emprender en el país y 62% de la
población argumenta que tiene las capacidades y habilidades necesarias para
hacerlo.
Sin embargo, el reporte indica también que
una tercera parte de la población adulta mexicana afirma que el miedo a
fracasar frena sus deseos y los detienen para iniciar un negocio propio.
Algunas personas finalistas del programa
Emprendedores 2014 de Expansión y
CNNExpansión cuentan con que barreras han tenido que luchar para asentar y
desarrollar su negocio.
1. Ser novato
La idea de enfrentarse a un mercado que no
está familiarizado con el producto o servicio que una empresa ofrece puede
parecer una barrera difícil de romper.
Así lo considera la directora
administrativa de Inventive Power, Nydia Godoy, cuyo negocio ofrece tecnología
de concentración solar que ayuda a que las industrias ahorren 80% de
combustible de calderas.
“Fue difícil llegar con un cliente y
decirle ‘estamos haciendo esto, es nuevo, te va a ayudar a ahorrar en tu
empresa, créenos’. Los primeros clientes son con los que experimentas”, cuenta
Godoy.
2. No entender al cliente
No escuchar lo que el mercado quiere ni
adaptarse a las necesidades de los consumidores puede ser un error fatídico
para las ventas de la empresa.
“En los primeros meses nosotros insistíamos
en hacer algo que el mercado no quería. Cuando nos detuvimos a reflexionar y
vimos qué era lo que nos estaban pidiendo y lo dimos, en ese momento empezamos
a crecer”, recuerda el fundador de Sferea, Alejandro Hernández.
En un principio, la tecnológica nació para
crear videojuegos como un medio de publicidad, a la par fue incursionando en el
tema móvil. Sin embargo, el mercado no estaba interesado en lo que ofrecían.
Hoy desarrolla aplicaciones para smartphones, tablets y smart TV.
3. La incredulidad del socio
Una empresa sin un equipo sólido,
comprometido, que crea firmemente en los valores y beneficios que traerá el
negocio para todas las partes involucradas, difícilmente podrá lograr sus
objetivos.
Para el fundador y director de Campo Vivo,
Mateo Dornier, la parte más difícil al crear su compañía de productos orgánicos
fue convencer a los productores del campo mexicano que su participación en el
proyecto les traería beneficios económicos.
“La labor que hicimos fue convencer a la
gente a través de una propuesta de valor, es decir, ‘te vamos a ayudar a salir
al mercado, por lo que tu trabajo valdrá más y vivirás mejor de él’”, cuenta
Dornier, quien actualmente vende alrededor de 120 productos orgánicos
certificados en 450 puntos de venta en México.
4. No saber cómo crecer
Tener el mercado objetivo bien definido,
los canales por los cuales se pretende llegar a éste y las estrategias y
procesos para generar ventas son elementos que si no están claros desde el
principio bloquearán el despegue de la empresa.
En esto coinciden dos de los fundadores de
Sellpad, Diego Romero y Alfonso Cabrera. Su negocio ofrece un punto inalámbrico
de venta a pequeños restauranteros. Su objetivo es evitar pérdidas y aumentar
la competitividad.
“Saber cómo crecer el negocio y saber qué
métricas medir para seguir con el crecimiento. Ésa es la parte más complicada
que hemos tenido hasta ahora”, comenta Diego Romero.
5. Perder la originalidad
Una de las principales características de
un nuevo negocio es aportar un valor agregado, o bien, ser totalmente
diferentes a lo que la competencia puede ofrecerle al mercado.
El fundador de la agencia publicitaria
COLOüRS, Cory Crespo, asegura mantenerse en una lucha constante por ser el
negocio “disruptivo” de su mercado y ofrecer servicios que otras empresas no
contemplan.
“Yo creo que la principal dificultad que
hemos tenido es ir siempre por el lado opuesto a donde los demás se dirigen”,
dice Crespo.
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